Capitulo XII: "En commençant la fin"

jueves, 1 de mayo de 2008

[Anteriormente: La Academia se había dividido al conocerse la verdadera intención que tenía Vasti, lléndose del lugar Danila, Luis, Gerald, Sue, Melissa y Aira.]
Sue, Aira y Gerald caminaban por la ciudad pensando en la decisión que habían tomado. Por su parte Gerald tuvo una gran decepción de sus amigos Víctor y Rodrigo, él pensaba que apoyarían una buena causa pero no fue así.
Gerald: Sue… ¿Hacia dónde nos dirigimos?
Sue: Al gobierno…
Aira: Sue, no te preocupes yo siempre estaré contigo.
Gerald: ¿Daniela y Luis, dónde están?
Sue: Fueron a la Academia a buscar una documentación.
Aira: ¿Y Melissa?
Gerald: No sé…
Sue: Creo que fue con Luis y Daniela.
Gerald: Tengo que hacer algo, este sentimiento me está consumiendo…
Aira: ¿Estás bien?
Gerald: Disculpen, en un momento las alcanzo…
Gerald es muy llevado a sus ideas, no podía aceptar que más de la mitad de la academia se hubiera quedado y por su mente pasaban las ideas más macabras que había tenido en su vida. Él estaba cansado de ser una persona pacífica que deseaba el bien y se separó de Sue y Aira, pensaba no volver.
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Vasti los citó a todos en la Sala de conferencias, debían hablar ciertas cosas.
Vasti: Bien, ahora les explicaré que son esos aparatos de la, para ustedes, misteriosa sala del pasillo Q. Primero, en el pasillo F del tercer piso estaba la sala de investigaciones, ahí se averiguaba todo sobre las mutaciones genéticas y cualquier suceso extraño que sucediera dentro de la región, que la escogimos por la alta actividad de seres con estas variaciones que presenta. Luego la información obtenida y analizada era enviada al pasillo C, a las salas de creación de armas y de experimentos para desarrollar distintos tipos de armas para oponerse, amplificar, apoyar o incorporar habilidades. Los implementos especiales usados en sus entrenamientos y los químicos de la enfermería eran también creados en estas habitaciones. Luego, las armas más importantes y/o peligrosas eran almacenadas en la famosa sala del pasillo Q de las cuales la gran mayoría son armas biotecnológicas, pero no sé si utilizarlas o no. Por eso quiero sus opiniones y si tienen alguna pregunta quiero también escucharlas.
Ximena: No me parece, si vamos a luchar hagámoslo con lo que tenemos, nada de aparatitos extraños. Creo que sería desleal y caer bajo hacer eso.
Paula: ¡¿A quién le importa eso?! Nadie nos asegura que ellos no usarán armas de ese tipo.
Débora: Por lo que recuerdo de las batallas no vi a nadie usando ningún tipo de artilugio. Mi vista es mejor que la de ustedes y no me percaté de nada extraño en sus cuerpos.
José: Pero de todos modos, no podemos estar seguros.
Ximena: Yo estoy segura de que no lo harán, conozco el tipo de juego que sigue Ariè.
Rodrigo: Bueno, ella sabe, lo puedo asegurar…
Vasti: ¿Entonces qué hacemos?
Víctor: No las necesitamos, para eso somos secos en lo que hacemos (ríe).
Grace: Creo que lo mejor sería… quemarlas.
Paula: ¡¿Pero tú estás loca?!
Alfredo: ¡Cuánto dinero desperdiciado!
Vasti: Por eso no se preocupen, el dinero que se utilizó en la Academia fue la herencia que me dejó mi padre… él usaba su habilidad de las premoniciones para hacer muy buenos negocios… él protegía los derechos de los mutantes… yo seguí su ejemplo.
Grace: ¡Qué hermoso!
Nicolás: Bueno, ya hemos escuchado todas las opiniones ¿no?
Benjamín: Es lo de menos, decidamos de una vez qué haremos con ellas…
Vasti: Está bien, levanten la mano los que quieren quemarlas… (Víctor, Grace, Rodrigo, Ximena, Benjamín, Nicolás y Débora alzaron sus manos). Veo que la mayoría y democráticamente lo hemos decidido, así que las armas desaparecerán.
Víctor: ¡¡Los vamos a hacer llorar y sin ninguna trampa rara!! (Todos ríen).
Vasti: Bien, creo que ahora deberíamos pasar al otro punto…
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Luego de decidir qué harían con las armas se explicó cómo se fundó la Academia y finalmente se discutió un plan para atacar, a modo de batalla final, al gobierno.
Así, entonces, fijaron una fecha, una semana se darían para prepararse y acudirían pasado este plazo a la casa de Vasti para dirigirse a la Nueva Base del Gobierno, tenían dispuesto distribuirse según tipo de habilidad y combatirían lo más equitativo posible. Transcurrido este tiempo partieron allá. La Nueva Base estaba ubicada en el ex-recinto militar de Tumbes.
Llegados allá se bajaron del furgón que utilizaron para transportarse.
Grace: ¿Éste es el final de todo?
Alfredo: Al parecer…
Paula: ¡Ya están haciendo drama por nada!
José: Pero tienen razón, tú y yo tenemos mucho que perder después que esto acabe…
Ximena: Qué interesante escuchar eso de tu boca…
Rodrigo: No siempre el final es cuando las cosas acaban, puede que haya algún epílogo de todo esto en nuestras vidas…
Débora: Bueno, basta de hablar ¡vamos ya a vencerlos!
Alfredo: ¿Creen que les ganemos? Siempre hemos sido derrotados, y ahora somos menos…
Víctor: Pero ahora tenemos a Vasti luchando con nosotros.
Vasti: Chicos, no se confíen, no sabemos qué ocurrirá…
Nicolás: No seas tan humilde…
Benjamín: Y quiérete un poco más.
José: Me impaciento…
Víctor y Paula: ¡Vamos de una vez!
Avanzaron ordenados hacia la Base; Vasti iba delante seguida de Grace, Ximena y Alfredo; detrás de ellos iban Víctor, Débora, José y Benjamín y en última posición iban Nicolás, Rodrigo y Paula. De pronto se escuchó un ruido tras todos ellos, Paula alcanzó a poner una barrera de sombras para interceptar un rayo amarillo que Alfredo al instante reconoció bajo el control de Melissa. Por el costado derecho apareció otro rayo, esta vez de color azul atribuible a las habilidades de Giselle, ésta vez fue Alfredo quien lo contrarrestó con una llamarada.
Ximena: Parece que nos estaban esperando…
Voz 1: Estás en lo cierto, Ximena…
Grace: ¿Conoces de quién es esa voz?
Ximena: Sí, le conozco muy bien… ¿No es así, Ariè?
Ariè(Voz 1): Claro que lo es…
De pronto una bola de energía atravesó la pantalla de sombras que hizo Paula, pero Vasti la chocó contra una llama de su creación.
Voz 2: ¿Juguemos?
Vasti: Juguemos… ¿Listos?
Víctor: Siempre…