domingo, 24 de febrero de 2008
Todos miran y ven a Sue en el piso, al parecer se habían perdido parte de la riña. Vasti la estaba apuntando con una mano.
Gerald: ¡Que alguien haga algo!
Vasti con la voz demostrando cólera: ¡QUE NADIE SE META!
El ambiente estaba muy tenso en la sala, nadie se atrevía a hacer nada, nadie excepto...
Rodrigo: ¡Déjala, ahora! ¡Lo arruinarás todo!
Con telequinesis mueve unas hojas y trata de abofetear a Vasti con ellas, pero una ráfaga de viento las desvió.
Vasti con voz pausada y llena de ira: ¡¡DIJE-QUE-NADIE-SE-META!!
Sue entonces dijo con una voz que demostraba gran dolor: Creo que es momento que sepan la verdad…
Vasti: ¡No la sabrán mientras yo esté presente! (miró amenazadoramente a Sue).
Sue: Está bien…
Ximena: ¡Momento! ¡Yo no me pienso mover si no me dicen qué diablos pasa aquí!
Vasti: Señorita Ximena, creo que no debe-…
Rodrigo la interrumpió: Yo creo lo contrario…
Vasti lo miró con odio, y le arrojó una llamarada, pero Rodrigo logró desviarla y Alfredo logró desvanecerla antes que pasara algo grave. Entonces Gerald corrió contra Vasti para calmarla, pero la telequinesis de Rodrigo lo arrojó lejos y desvió algunos poderes.
Gerald: ¡Déjame detenerla!
Rodrigo: Creo que sería mejor otro método… ¡Paula!
Ella comprendió al instante y una sombra negra envolvió a ambas mujeres, al instante Sue se calmó un poco, pero Vasti arrojaba poderes dentro del campo.
Daniela: Déjenme a mi…
Extendió sus manos y las calmó a ambas. Paula pudo deshacer las sombras y Vasti tomó la palabra.
Vasti: Lo lamento mucho, no debería haber pasado esto… Sue, explícales tú…
Sue: Bien, como les dijimos en la primera conversación que tuvimos en este lugar, hemos reclutado gente por una simple razón, proteger a nuestra ciudadanía de los planes que tiene el Gobierno y la Asociación de Experimentaciones Genéticas con los Humanos (EGEH), que está relacionada con la presidencia. Al menos eso fue lo que les dijimos, y así es. El gobierno quiere utilizar a los mutantes para mejorar a la raza humana y yo no tengo problemas ante eso. El asunto es que la Profesora aquí presente defiende el derecho de exclusividad que tenemos los mutantes en nuestros genes.
Rodrigo interrumpe: Y utiliza el control de la sangre para que no nos dijeras nada. Te tenía bajo amenaza de muerte, pues ella podía detener tu circulación, ya que al ser la sangre líquida y al tener Vasti el control sobre los líquidos le era ‘fácil’ hacerlo.
Vasti: Ahora que saben esto, están en todo el derecho de marcharse, no puedo oponerme… Pero tampoco será la última vez que me vean, se los aseguro.
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Se dio por terminada la reunión. Entonces Sue se retiró de la Academia, pero no se fue sola, se llevó a algunos de los muchachos con ella. Se fueron junto a ella los que le eran más cercanos: Gerald, Daniela, Luis, Aira y Melissa. Las actividades del lugar se habían suspendido por un tiempo. Los miembros de la Academia podían salir cuando quisieran del lugar e ir a sus casas.
Un día en la habitación B se pusieron a conversar en la noche, luego de la cena.
Grace: Entonces… ¿Somos… “los malos”?
Rodrigo: Si lo quieres tomar así… Sí, lo somos.
Ximena: A mi me parece muy subjetivo es de denominar “buenos” o “malos”, cada uno lucha por lo que cree debido ¿o no?
José: Toda la razón, pero teniendo en cuenta que somos una organización clandestina y egoísta con el resto de la gente, a diferencia del Gobierno que lo que busca es mejorar a la raza humana…
Rodrigo: En eso me opongo a ti. Si nacimos con este “don” es por algo, si todos fuéremos “especiales” la raza humana se volvería demasiado extraña y habrían muchas más posibilidades de crímenes. Muy bien sabes esto tú, José.
Ximena: Creo que no debiste decir eso último.
José: Está bien, tiene razón.
Grace: Sigo pensando lo mismo (recibe una mirada perforante de Rodrigo), pero no me iré…
Ximena: Me parece bueno…
Mientras tanto en la habitación A quedaban menos personas.
Paula: Qué bueno que se fueron, tenemos a más gente que patearle el trasero.
Víctor: No me parece tan así, pero está bien, cada uno decide lo que quiere hacer.
Débora: Es egoísta, pero no creo que los del Gobierno deban intentar “mejorar” la raza humana. Además, nadie les asegura que les van a salir bien los experimentos.
Víctor: Sí, yo no quiero andar compartiendo mis habilidades con nadie.
Paula: Ni yo… tuve que soportar muchas burlas como para que ahora todos sean iguales y yo haya tenido que sufrir en vano…
En la habitación C el ambiente era distinto, quedaba una sola persona, Alfredo que estaba recostado en su cama mirando el techo y pensando en Melissa. De pronto entran Nicolás y Benjamín.
Benjamín: Tranquilo, no es para que estés así.
Nicolás: Sí, arriba el ánimo, ya verás que haremos que se te pase todo en un rato (le sonríe).
Alfredo: Déjenme sólo, a ustedes no les cuesta tanto, no son sus novias las que se fueron…
Nicolás: No, claro que no lo son (se acerca por un lado de la cama y se sienta, Alfredo se sienta también y Nicolás le pasa un brazo por sobre los hombros). Pero nosotros te podemos distraer un rato.
Benjamín se acerca por el otro lado y hace lo mismo: Ahá, vamos a dar una vuelta y cuando vuelvas te aseguro que estarás de lo mejor (le cierra un ojo).
Alfredo: Está bien… (Con un tono que demostraba desgano). Vamos.
Entonces los tres se ponen de pie y salen tomados de los hombros.
Ya era muy tarde cuando salieron del bar donde fueron a tomar, así que Alfredo ofreció que fueran a su departamento a dormir, caminaron hasta allá y ahí pasaron la noche. Al día siguiente, cuando volvieron a la Academia, Vasti los regañó por haber salido sin avisar ni nada, pero ellos se defendieron diciendo que como tenían derecho a salir cuando quisieran no lo creyeron necesario. Vasti los contradijo y les pidió que para una próxima ocasión avisaran para evitar problemas, les dio el ejemplo de Ximena que avisó que se quedaría una noche en su departamento.
La vida en la Academia había retomado su curso, es decir, comenzaron nuevamente los entrenamientos.