viernes, 15 de febrero de 2008
Recibieron las instrucciones para el asalto y quedaron libres. Después de la hora de almuerzo, momento en el que dieron un brebaje especial a los que atacarían para fortalecer sus fuerzas, se marcharon hacia el recinto que atacarían: la Base del Gobierno.
Una vez en el lugar descendieron del vehículo de la Academia y se ordenaron de acuerdo a lo planeado en la mañana. Entonces, Melissa y Alfredo lanzaron cada uno su ataque para producir explosiones en la construcción para así llamar la atención del Gobierno provocando que enviaran a atacarles a los mutantes que estaban bajo su control y así desarrollar la estratagema. Y tal cual ocurrió.
Salieron corriendo del edificio del Gobierno los sujetos: Giselle, Telurio, Ítamis, Alasse, Fortia (la mujer que tenía gran potencia física) y una muchacha que nunca habían visto. Claramente era una batalla desequilibradamente preparada por los de la Academia. Pero los rivales mantuvieron la serenidad, de cierto modo. Sin decir palabras comenzaron a atacar.
Telurio dio una patada al piso y un gran bloque de tierra se levantó frente a los cadáveres, pero fue destruido con las ondas de sonido de Anhellus y un ataque combinado de Electra e Incendio. Entonces Delia arrojó rayos en dirección a las réplicas, pero fueron protegidos por un campo hecho por Noiz.
Paula habló por el comunicador diminuto que se les había dado, de modo que sólo el grupo la escuchara: Vamos, rápido, no soportaré más tiempo con estos cadáveres.
Entonces Wen tomó a Nividia y fue volando fuera del rango de visión de los del Gobierno para atacarlos, por su parte Louis corrió por entre unos árboles para atacar desde ese ángulo.
En tanto, los Gubernamentales estaban atacando: Telurio arrojaba grandes rocas contra los cadáveres, las que eran desviadas mediante las ondas sonoras de Anhellus. Alasse arrojaba ácido por sus manos, pero Noiz creaba campos de protección en torno a los cadáveres para evitar que fueran dañados tan pronto. Ítamis también trataba de inmovilizar a las réplicas, pero se encontraba con la misma barrera. Fortia arrojaba las rocas que Anhellus desviaba mediante su voz, pero Nigera, aparte de manipular los cadáveres, utilizaba energías para crear defensas y ataques con su humo negro. Giselle atacaba con sus relámpagos, pero eran interceptados por las llamas arrojadas por Incendio. Melissa estaba atenta a cualquier ataque que traspasara la defensa que se hacía y Daniela estaba encargada de ocultarlos mediante ilusión óptica. La chica que antes no habían visto se mantenía en la parte de atrás observando todo lo que ocurría.
[NA: Desde aquí se utilizarán las cursivas para los diálogos mediante intercomunicador.]
Nividia: Creo que podríamos humedecer el suelo para que mediante alguna descarga eléctrica hagamos más fácil esto de aturdirlos.
Priss: Me parece excelente, pero ¿de dónde sacaremos agua para eso?
Nividia: Puedo producir una capa de hielo en el suelo, pero habría que derretirla, el agua sólida se notaría más que líquida.
Louis: Yo puedo redirigir cierta parte del fuego arrojado por Incendio hacia el hielo para producir el agua necesaria.
Nigera: Bien, lo que sea, pero rápido, no resistiré mucho más…
Entonces Nividia, con la ayuda de Wen, produjo una capa de hielos sobre gran parte del suelo y Louis, desviando fuego de los ataque hechos por Alfredo hacia el suelo, provocaba que aquella capa se derritiera quedando un gran charco de agua. Justo en ese momento Nigera cae inconsciente por la gran cantidad de concentración y energía que requería la necromanipulación en conjunto con la necroquinesia (sus ataques de humo negro). Y junto a eso la ilusión de Priss se deshace, por la desconcentración producida, ahora sólo les quedaba pelear. Pero Electra reaccionó a tiempo y arrojó un rayo hacia el suelo, produciendo que con el agua como conductor el ataque llegara a todos los del gobierno, dejando a la mitad inconscientes. Se salvaron del ataque: Delia, por su también poder eléctrico; Fortia, debido a su gran resistencia física; y la nueva chica, Sozore, al estar observando todo se percató de lo que se planeaba y arrojó un avión de papel hacia Louis, el cual explotó cuando estaba junto a él y lo arrojó directo contra un árbol, dejándolo malherido e inconsciente, ella además estaba levitando en una especie de tabla.
Delia aprovechó la energía eléctrica del suelo para lanzar un rayo de gran potencia, Electra intentó chocarlo con uno suyo, pero no fue suficiente y sólo gracias a un movimiento ilusorio de Priss logró no recibir el impacto. Fortia corrió a través del agua hacia Ximena para golpearla, y ella con sus ondas de voz logró detenerlo, pero al parecer ya no daba más. Electra y Delia continuaban arrojando sus truenos la una a la otra sin obtener muchos avances, pero al parecer Electra se estaba cansando más rápido. La muchacha desconocida había dibujado una extraña arma en un trozo de papel, la cuál ella con sólo tomarle la hizo real y estaba arrojando bolas de energía contra las bolas de fuego que Incendio lanzaba. Priss se había encargado de llevarse a Nigera y a Louis hacia un lugar apartado y ahora se acercaba para unirse a la lucha. Por su parte, Wen y Nividia arrojaban potentes ráfagas frías y, aunque los choques de energías impedían poder congelar cosa alguna, estaban logrando entumir un poco a los rivales. Noiz se había deformado las manos y corría hacia Fortia, llegado allá le propinó heridas de corte en las piernas y un brazo; pero no alcanzó a dañarle el otro pues recibió justo un golpe por parte de ella y fue arrojado lejos. Volvió Priss y extendió sus manos en dirección a los del Gobierno, quienes perdieron las ansias de luchar y recibieron los ataques arrojados por los muchachos, quedando todos inconscientes, entonces Wen y Tamcus, que se había ahora acercado, se disponían a llevarse a Delia y Telurio cuando apareció Ariè, el sujeto de negro que aparecía siempre en helicóptero, alejó a todos con un golpe de viento y con telequinesis se llevó a los de su grupo dentro del edificio del gobierno, lo cerró y un campo de energía se vio aparecer en torno para protegerlo.
Ximena con un hilo de voz casi imperceptible: ¿A-…Ariè?
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