Capitulo X: "Des conversations" (Parte 2)

martes, 19 de febrero de 2008

Habitación B (todos durmiendo):
Entra Rodrigo: Justo lo que quería…
Guiándose con su telepatía se dirige a la cama de José, le tapa la boca y lo despierta. José lo mira y Rodrigo le hace un gesto para que guarde silencio. Él obedece. Hablan en voz baja, sentados en la cama.
Rodrigo: Te preocupa algo ¿no?
José: Exacto, lo leíste ¿cierto?
Rodrigo: ¿Qué crees?... Espera (le hace una seña para que se calle)… estábamos despertando a Ximena, vi cómo se movía, a ella no le puedo leer la mente...
José: Te estás desviando del tema….
Rodrigo: Disculpa, pero respóndeme.
José: Sé que lo sabes…
Rodrigo: Pero si no me quieres contar no lo leeré todo, sólo sentí que algo te pasaba… me llamabas (lo mira al pequeño brillo que reflejaban sus ojos)… creo.
José: Mmm… Sí, es que pasó algo curioso con Sue, pero no creo que sea el momento para decírtelo…
Rodrigo: Está bien…
José: Si quieres saberlo, léelo, no tengo problemas…
Rodrigo: De acuerdo.
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Sue: ¿Hasta cuándo seguiremos con esto?
Vasti: Hasta que tengamos suficiente fuerza.
Sue: Sinceramente no entiendo porqué quieres hacer todo eso…
Vasti extiende una mano hacia Sue: No tienes nada que entender, sólo obedecer.
Sue cambió su cara de desafío a miedo y asintió con la cabeza, bajó la mirada y se fue.
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A la mañana siguiente, al momento del desayuno estaban conversando animosamente, separados por grupos: En una mesa estaban Gerald, Aira, Víctor y Débora, en otra estaban José, Rodrigo, Ximena y Grace, en la tercera mesa se encontraban Melissa y Alfredo y en una cuarta mesa estaba Paula. Sue y Vasti ocupaban una quinta mesa con algunos funcionarios de la Academia.
Mesa 1:
Víctor: Oye ¿por qué te saliste ayer de la pieza? (Dirigiéndose a Gerald).
Aira: ¡Ya empezaste a preguntar! ¡Deja de meterte en la vida de la gente! ¡Metiche!
Víctor: ¡Cállate flacuchenta! Si él quiere responder que lo haga, si no quiere no. No lo estoy obligado.
Gerald: Lo que pasa es que me sentí mal y para no resfriarlos a ustedes me fui, pero Luis me dijo que no era nada (le dirigió una mirada cómplice a Débora).
Víctor le dirigió una mirada soberbia a Aira: ¡Viste que no era nada!
Aira: ¡Cómo digas! ¿Tú estás bien? (Miró a Débora). Estás tan callada…
Débora: Sí, el tratamiento terminó anoche, gracias (sonríe), sólo me duele un poco la cabeza.
Aira: ¡Me alegro!
Víctor la miró con cierto enfado en los ojos.
Mesa 2:
Ximena: Cuando llegaste anoche me despertaste, Rodrigo.
Rodrigo: ¡Lo lamento! No era mi intención, pero ¿lograste conciliar sueño pronto?
Ximena: Por suerte, parece que estaba demasiado cansada, sólo sentí la puerta, nada más.
Rodrigo: Menos mal (mira a José significativamente, reacciona al notar que Grace se percata de las miradas). José ¿me pasas la leche?
José: Claro, ten (le pasa una de las cajas de leche que estaban en la mesa).
Rodrigo: Gracias (se rellena el tazón). Y tú, Grace ¿cómo dormiste?
Grace: ¡Bien, me siento de lo mejor para lo que sea!
Ximena: ¡Jajaja, excelente!
Mesa 3:
Melissa: No dormí bien anoche, estaba preocupada…
Alfredo: ¿Preocupada de qué?
Melissa: De lo que dijo la Señorita Daniela, eso que pensaba en uno de los muchachos…
Alfredo: Pero dijo que no era algo importante, relájate (le besa la mejilla).
Melissa: Bueno, bueno… pero también me preocupa ella (indica a Paula con un gesto casi imperceptible)… siempre se sienta sola…
Alfredo: Déjala, es su manera de ser… mientras no nos ataque está todo bien ¿no? (Ríe, pero se detiene al ver la mirada de su novia). Okay, Okay, lo siento…
Melissa: Le preguntaré si quiere venir a sentarse con nosotros…
Alfredo: ¿Para qué? ¿No estamos mejor solos?
Melissa lo ignora: ¡Ey! ¡Paula! (la muchacha de la otra mesa le mira) ¿Quieres venir a sentarte con nosotros?
Paula hace un gesto con la cabeza y se cambia de mesa: Buenos días…
Melissa: ¡Hola! (Le sonríe) ¿Por qué siempre tan sola?
Paula: No me llama la atención la gente…
Alfredo con cierto disgusto: Te dije que era su manera de ser…
Melissa: Ya, cállate… (Ahora a Paula), creo que deberías ser más sociable, no te haría mal…
Paula: Como digas…
En la quinta mesa, al parecer estaban discutiendo Vasti y Sue, hace unos días se estaba haciendo costumbre… Sue se levantó de la mesa y se fue. Todos quedaron sorprendidos.
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Algunos se acercaron a Sue para saber lo que pasaba, pocos escucharon ambas versiones y algunos tanto ignoraron el asunto, ya se estaban acostumbrando a las discusiones; “en algún momento debían ocurrir”, pensaban los apáticos.