Capitulo II: "L'introduction" (Parte 2)

viernes, 11 de enero de 2008

Una vez en la enfermería Daniela le pide a Rodrigo que se recueste en la camilla y a Grace le acerca una silla a esta misma.
Rodrigo: Esto no es tan necesario, ya me siento bien, en serio
Grace contestó alarmada: ¡No! Después de cómo te ahorcó es bueno que descanses un poco.
Rodrigo: En serio estoy bien… Señorita Daniela, si me revisa estoy seguro que se dará cuenta que tengo razón.
Daniela: Darling, es evidente que no es mucho el daño, pero también es cierto que no te atacó una persona cualquiera.
Rodrigo: Está bien, revíseme para poder ir pronto a… no sé a donde debemos ir, pero tengo el presentimiento que dentro del recinto (Daniela se acerca y comienza a examinarle el cuello).
Grace: ¡¿Qué?! ¿No nos iremos a nuestros hogares?
Daniela: Lo siento, pero tengo que informarte que no se van de aquí, hemos enviado agentes a sus casas para que no se preocupen por ustedes, sus familias están al tanto de lo que ocurre.
Grace: ¡NO! Yo no quería que ellos supieran mi don…
Daniela: Tarde o temprano lo tendrían que saber, teniendo en cuenta la situación actual que-…
Rodrigo: No es el momento para eso…
Daniela: Tienes razón… Bien, estás totalmente sano…
Rodrigo: Como le dije
Se abre la puerta de la enfermería y entra la Doctora Sue.
Sue: Si es así, los escoltaré a sus habitaciones.
Daniela: Rodrigo, ten cuidado… y modérate en lo que ves…
Rodrigo: Trataré…
Entonces la Doctora Leng se lleva a los dos jóvenes a la habitación A, donde estaban conversando José, Gerald y Víctor.
Sue: Bueno, ya están aquí, las camas tienen los nombres de ustedes sobre las cabeceras, ahora debo ir a atender otro asunto, nos vemos (y dicho esto se fue rápidamente hacia la habitación B, en la que ocurría un pequeño problema). ¿Qué pasa, Vasti?
Vasti: Mira y deduce…
Sue dio una mirada a las personas que se encontraban en la habitación y se percató de que algo estaba faltando: ¿Dónde está Giselle?
Vasti: Dijo que tenía una vida muy agitada como para estar aquí y se fue. Tratamos de retenerla, pero utilizó sus poderes para evadir nuestras armas y huir.
Sue: Al menos sabemos dónde ubicarla, tendremos que utilizar otro método para persuadirla (dirigió una mirada a Ximena), sé que ella te escuchará, además tienes un gran carisma para llegar al corazón de las personas.
Ximena: Gracias, está bien, yo lo haré (se dispuso a levantarse).
Vasti: No es necesario que se de inmediato, mañana te daremos las indicaciones, ahora es momento de descansar, buenas noches (y salió junto con Sue de la habitación).
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En la habitación A:
Gerald: Esta noche quiero dormir, no quiero que nadie me moleste.
José: ¿Y yo puedo? (se ríe sacándole la lengua).
Gerald: ¡DIOS! Como veo no podré dormir.
Víctor mostrando cierta ambición en su rostro: Todo es muy lindo acá, como que me esta gustando esto.
Gerald: Sí, por lo menos acá estoy mejor que en mi casa.
Rodrigo: Tengo una idea, juguemos algo.
Grace: Ojalá que no sea un juego fome, la última vez terminamos contando las estrellas.
Gerald (Interrumpe): ¡Ey! Eso no es aburrido, me encanta.
Víctor: Es ñoño.
José: ¿En qué consiste el juego?
Rodrigo: Jugaremos a “Las verdades y mentiras”, yo sabré cuando mienten o no.
Víctor: ¿Y cómo sabrás cuando alguien este mintiendo?
Rodrigo: Ya verás, quien comenzará será… José. Ahora será mi ronda de preguntas; José tu no vives con tus padres ¿es verdad?
José: Sí.
Rodrigo: ¿Vives solo?
José: Sí.
Rodrigo: ¿De quién es el dinero para mantener ese departamento?
José: De mis padres.
Rodrigo: Mentira ¿usas tu habilidad para beneficios propios?
José (Se pone muy nervioso y su rostro pasa a un color rojo): No.
Rodrigo: ¿Haz robado, asaltado o hurtado alguna vez?
José se notaba algo alterado y sus ojos parecían estar más brillantes, en cambio Rodrigo mostraba gran tranquilidad al hacer las preguntas: ¡Ya basta!
Gerald: Estás incomodando mucho Rodrigo… a Sue no le gustaría saber que estás trastornando a los de la academia.
Rodrigo alzó la voz: En primer lugar estoy jugando y no trastorno a nadie.
Víctor: ¿Tú puedes leer la mente?
Rodrigo: Sí.
Víctor: Aham, ya veo… presentémonos y hagamos una pequeña demostración de nuestras habilidades ¿por eso estamos aquí, no? Yo comienzo, mi nombre es Víctor Almendra me gustan mucho las artes y estudio publicidad. Mi habilidad es… (Se voltea por un momento y cuando vuelve la vista estaba con el rostro de Gerald. Todos quedaron con la boca abierta). Mi habilidad es cambiar formas y crear campos de protección pero necesito energía para aquello. Te sedo el turno, Grace (le sonríe).
Grace: Mi nombre es Grace Wandersleben, tengo descendencia Alemana, me encuentro cursando el 4º medio y quisiera estudiar Literatura. Mí habilidad es poder volar y manejar el viento a mi favor (Comienza a volar y de su espalda salen dos alas que parecían ser de mariposa, pero de un tamaño más grande, para soportar más peso, pero de apenas perceptibles a la vista).
Víctor: ¡Qué hermoso!
Grace: Ahora le sedo el turno a José (lentamente desciende al piso).
José: Bueno, me llamo José Miguel Casanueva, estudio Pedagogía en Inglés y mi habilidad es hacerme invisible y visión X, puedo decir que la ropa interior de Grace es roja y tiene un pequeño lunar en la cadera.
Grace: ¡Dios, Pervertido!
Rodrigo: No examines tanto eh…
José: Está bien. Sigue tú, Gerald.
Gerald: Hola, soy Gerald, acabo de egresar de 4º medio y estudiaré enfermería, mi habilidad es controlar casi todo tipo de energía, o eso creo, por el momento me concentro más en la energía vital ¿Quién quiere probar?
Rodrigo: Nadie, gracias (sonrisa irónica) ya vimos como tranquilizaste a Paula.
Gerald: Bueno, creo que quedas nada más tú (mira significativamente a Rodrigo).
Rodrigo: Cierto… y deja de mirarme así… Bueno, mi nombre es Rodrigo Concha, estudio Traducción Inglés-Francés-Español, y mi habilidad es la Psico-videncia.
Grace: Yo creo que deberías explicar un poco qué es eso…
Víctor: Ella tiene razón, por lo menos yo no tengo idea qué es.
Rodrigo: Sí, me di cuenta. La Psico-videncia es algo así como una mezcla de habilidades, consiste en Telequinesis, Telepatía, ver el futuro y el pasado; pero aún no desarrollo bien todas ellas.
José: Eso explica porqué sabes tanto, lees en la mente de las personas lo que piensan.
Rodrigo: Podría decirse que algo así…
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En la habitación B: Aquí sólo se encontraban Paula y Ximena.
Ximena: ¿Es cierto lo que dijo Rodrigo? ¿Asesinaste a alguien?
Paula pone una expresión de culpa y baja la cabeza, responde casi en un susurro: Sí, ya estaba cansada de que siempre me molestaran, tenía que desahogarme de alguna manera. ¿Y tú? ¿Por qué estás aquí?
Ximena: Porque me llamó la atención pertenecer a esta organización, me parece interesante poder ayudar, de cierto modo, a la humanidad.
Paula: Ah… que interesante…
Ximena: Por cierto, te llamas Paula ¿cierto? (observó que la otra muchacha asintió con la cabeza y siguió hablando). Bueno, mi nombre es Ximena Ramos, no sé si sea relevante, pero mis cuerdas vocales sufrieron una extraña alteración que me permite emitir ondas de sonido de muy alta frecuencia, tanto que puedo destruir muchas cosas.
Paula: ¿En serio? ¿Nunca te molestó esa habilidad?
Ximena: La verdad, no… pero dime cómo es tu poder que tienes, no entendí bien lo que ocurrió en la sala de conferencias… (su tono reflejaba sus ansias de saber).
Paula: Bueno, no lo sé bien, pero puedo extender una especia de humo negro desde mi cuerpo, aunque hay veces que no lo puedo controlar bien, que se me escapa cuando me enfado o me entristezco, también sucede con las alegrías excesivas, por eso trato de estar seria. Pero cansa mucho psicológicamente.
Ximena: Me lo imagino… ¿Puedes mover objetos con tu poder?
Paula: No lo sé, no lo he intentado (entonces ella extiende su mano hacia el vaso de agua que estaba sobre la mesa de noche y se concentra. Una nube negra envuelve al vaso y este comienza a levitar desde el velador en dirección a su mano, pero cae en medio del camino y Paula respira un poco agitado). Tal parece que sí puedo.
Ximena: Bueno, creo que es suficiente por hoy, me parece que has usado mucho tu poder, mejor durmamos, mañana me inspira ser un día agotador.
Paula: Como digas…
Entonces ambas mujeres se acuestan y comienzan a dormir. En ese justo momento entran la Señorita Daniela y un joven también de delantal blanco en el cual portaba, sobre el bolsillo, una credencial con su nombre: Luis Vega; detrás de ella.
Daniela saludó amable y ruidosamente: ¡Hola, Luis!
Luis: Buenas noches Señorita Figueroa, pero guarde silencio, las chicas nuevas están durmiendo
Daniela: ¡Ops! Tienes razón… bueno… ¿y cómo te fue hoy? – habló ahora en un tono mucho más bajo al habitual en ella
Luis: Pues bien, bastante trabajo con un virus nuevo, pero ya está casi solucionado… estoy exhausto, si me disculpa, me dormiré de inmediato
Daniela: Ra~yos, está bien, ve
Luis se retira a una sala contigua y al volver encuentra que la Enfermera Figueroa ya estaba durmiendo tranquilamente en su cama, sonríe y, ya con ropa de dormir, se acomoda también en la suya.